La dirigencia paralela de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), del ala evista, amenazó con un bloqueo de caminos desde el 4 de septiembre, luego de cumplirse el plazo de 72 horas para la entrega de la sede.
“Queremos decir a los ministros, viceministros y directores nacionales que no se metan con el sector campesino porque el león dormido se va a levantar a partir del 4 de septiembre, nos vamos a ver en las calles y carreteras”, indicó Ponciano Santos, reconocido como ejecutivo por este bloque disisdente.
Tras la violencia desatada el fin de semana en el congreso de los campesinos, la CSUTCB se dividió en dos cabezas. El presídium de la organización posesionó a Lucio Quispe como máximo dirigente, y los disidentes proclamaron a Santos. Éstos exigieron la entrega de la sede ubicada en la avenida Busch de la ciudad de La Paz, la cual se encuentra con control policial. Para ello, dieron 72 horas, que se cumplieron ayer.
El documento que fue leído ayer por el segundo secretario, Humberto Claros, señala que la medida de presión obedece a la necesidad de “construir” una nueva agenda política y social para la reivindicación de sus demandas.
Entre los puntos a resaltar están que los ministerios, viceministerios y unidades desdentralizadas se abstengan de interferir en los procesos de construcción conformación. Y formación de sus unidades regionales, departamentales y nacionales “Ninguna de sus autoridades podrán emitir opiniones para crear división”.
También exigen la destitución de los ministros de Gobierno y de Justicia por “inmiscuirse” en la construcción de su estructura orgánica. Por la gasificación en El Alto y la creación de un comité paralelo a la cabeza de Quispe.
Fuente: La Razón