Surgen más elementos que hacen al caso del narcotraficante Sebastián Marset. El abogado de la familia expresó que Diego Nicolás, hermano del prófugo, se encontraba en Brasil porque planeaba su entrega.
Por otro lado, Federico Ezequiel Santoro, considerado en Estados Unidos como la “mano derecha” del “Rey del Sur”, decidió, en Paraguay, no acogerse a la extradición abreviada.
Este martes en horas de la noche, aprehendieron al consanguíneo del capo de la droga en la ciudad brasileña de Foz de Iguazú. Estaba en un condominio de lujo situado a solo seis kilómetros del Puente de la Amistad de Ciudad del Este, en la frontera entre Paraguay y Brasil. Según la Policía Brasileña, el joven, de 22 años, estaba en ese país para asistir al nacimiento de su hijo, cuya madre es una boliviana, también de 22 años.
Tras la detención de Diego Nicolás, el abogado de la familia Marset, Santiago Moratorio, indicó que el aprehendido se hallaba en Brasil porque “estaba planificando su entrega”.
Se sabe que el joven nació en Brasil, no en Uruguay. Por este motivo, según Moratorio, existe “imposibilidad para que se concrete la extradición” a Paraguay.
El jurista comentó que su defendido se entregaría a la justicia de Brasil, puesto que quería ser juzgado allí bajo la probabilidad de tener una “leve imputación” por el caso “A Ultranza”.
Moratorio descartó la versión de que Diego Nicolás se hiciera cargo de pagar por la droga que mandaba Sebastián.
MANO DERECHA DEL CAPO
Federico Ezequiel Santoro, considerado como “mano derecha” de Marset por las autoridades de Estados Unidos, resolvió no acogerrse a la extradición abreviada que ha solicitado el país del norte.
La jueza penal de garantías especializada en Crimen Organizado Lici Teresita Sánchez llevó adelante la audiencia de identificación a Santoro, sujeto que es señalado por presunta conspiración para lavar activos del narcotráfico.
Durante la audiencia, Santoro dejó en claro su determinación de no acceder a la extradición abreviada, aunque no cerró todas las chances de aceptar hacerlo más adelante.
Fuente: Opinion