El responsable del Programa de Investigación de Aves Rapaces en Bolivia, Diego Méndez, informó ayer que se alista un Censo Nacional de Cóndores que se realizará esta gestión, después de 10 años, con el fin de conocer de la población de estas aves.
El censo permitirá actualizar la información para planificar con mayor precisión cómo conservar la especie a futuro.
El último dato con el que se cuenta es de hace 10 años, 1.400 aves. Esta cifra, a juicio del investigador, fue disminuyendo en esta década. “Hay que actualizar y conocer cuántos quedan, esto ayudará a tomar acciones”, mencionó Méndez.
Se trata de un gran desafío porque conllevará trabajo de campo y demandará recursos económicos. Sin embargo, se contará con el apoyo de los organizaciones o instituciones aliadas.
Mencionó la importancia de la conservación de cóndores porque son las aves carroñeras más especializadas que existen y permiten mantener el ecosistema equilibrado. “Se ocupan de limpiar los focos de contaminación e infección”, aseguró.
Estas aves son las más amenazadas y el envenenamiento es una de las principales amenazas, puede darse de manera deliberada “o accidental cuando la carroña fue para eliminar animales dañinos o perros asilvestrados que atacan el ganado”, explicó.
Es un gran riesgo porque pueden juntarse decenas de aves y morir. “Además, se reproduce muy lentamente, le toma dos meses para incubar, medio año para sacar a su único pichón y otro medio año para que se independice de sus padres”, detalló el biólogo.
Resaltó que el programase dedica al estudio del cóndor, la conservación e investigación gracias a la colaboración de varios actores, todos niveles de Gobierno, centros de custodia de fauna silvestre, investigadores, universidades y Organizaciones No Gubernamentales. “No se podría avanzar de otra manera”, concluyó.
Fuente: Los Tiempos