Después de dos meses de haberse iniciado la tragedia, el 95 por ciento de los incendios forestales en el país fue controlado gracias al trabajo sostenido de los comunarios afectados por el fuego, a los voluntarios que se desplazaron desde diferentes puntos del país y a la lluvia que cayó los últimos días en las zonas devastadas por el fuego. En la última semana, participaron equipos internacionales gestionados por el Gobierno.
La preocupación de los pobladores ahora es contar con planes de reactivación y apoyo del Gobierno para la ejecución de estos proyectos.
En lo que va del año, en Bolivia, se consumieron cerca de 3 millones de hectáreas en reservas y parques forestales, principalmente.
En Santa Cruz, sólo se reportan incendios en Roboré. En Beni ya no hay focos de calor y en el norte paceño fue sofocado la mayor parte del fuego y persisten incendios en San Buenaventura, confirmó el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes.
En el norte paceño aún trabajan en el enfriamiento de los incendios controlados, confirmó el presidente del Comité Cívico del municipio de San Buenaventura, Alejandro Mendoza. Allí llegó el miércoles una cuadrilla de bomberos voluntarios procedentes de Venezuela.
“Sesenta y cinco días, hemos luchado solos contra los incendios, mujeres y niños, y ahora recién está presente el Gobierno cuando todo está pasando. Tanto hemos llorado y no nos han escuchado”, reclamó la vicepresidenta del Consejo Indígena de los pueblos Tacana, Verónica Marupa, al viceministro de Seguridad Ciudadana, Roberto Ríos, en su visita a la comunidad de Tumupasa, en el Parque Madidi.
El corregidor de Tumupasa, Romer Vargas, señaló que las familias allá ya no necesitan una bolsa de arroz, sino forraje para el ganado, planes y proyectos de reactivación porque se perdió el bosque y sus medios de vida.
Los lugareños de San Buenaventura informaron que una parte de los voluntarios venezolanos controla la toma de agua y otra realiza enfriamiento en el Parque Madidi.
En Santa Cruz, la directora de Recursos Naturales de la Gobernación, Yovenka Rosa, señaló que las emergencias en Concepción y San Matías fueron liquidadas con la últimas lluvias, pero las brigadas continúan monitoreando en las zonas afectadas.
En Beni, los incendios fueron sofocados en su totalidad, pero se hará un patrullaje para evitar que se reactiven.
Calvimontes anunció patrullajes aéreos en distintos puntos del país para verificar la situación en las áreas que aún continúan afectadas por el fuego.
“Son algunos lugares que no hemos podido identificar, específicamente en el municipio de Concepción. Sin embargo, estos lugares van a ser objeto de un estudio minucioso a través de patrullajes aéreos”, informó.
Llevan ayuda a los animales
La Subdirección de Zoonosis de Santa Cruz llevó auxilio a los animales afectados por el fuego y el humo.
El equipo, compuesto por cinco veterinarios, cuatro capturadores y un biólogo (especialista en animales silvestres), llevó agua potable y medicamentos.
En tanto, en La Paz, la Gobernación sólo habla de 25 animales afectados.
Presentan proyecto de ley para una pausa ecológica
Bomberos voluntarios, activistas ambientales y la diputada de Comunidad Ciudadana (CC) Luisa Nayar presentaron ayer un proyecto de ley para declarar una pausa ecológica indefinida, crear una institución contra el fuego y sancionar a las autoridades.
Otro aspecto relevante del proyecto es la creación del Servicio Nacional de Fuego, que sería la entidad responsable de prevenir y combatir los incendios bajo la administración de bomberos voluntarios, técnicos de las universidades y profesionales que decidan, con base en criterios técnicos y sin la injerencia de políticos, las mejores acciones para evitar más desastre.
Las penas para las autoridades podrían llegar hasta ocho años de cárcel y se incrementaría en un 100 por ciento si se quema durante la pausa ambiental.
Además, las sanciones económicas son desde 12 salarios mínimos y se incrementan según el delito cometido. “Las sanciones son para los ciudadanos de a pie y también para las autoridades”, dijo Nayar.
Fuente: Los Tiempos