La Policía de Japón registró un récord de objetos y dinero efectivo recuperados tras ser reportados como desaparecidos en 2023: 29,79 millones de artículos y 22,85 billones de yenes (145,7 millones de dólares o 134,3 millones de euros) volvieron con sus dueños el año previo.
La cifra de objetivos recuperados aumentó 3,15 millones respecto a 2022, mientras que la de dinero efectivo lo hizo en 1,7 billones de yenes (10,8 millones de dólares o 9,9 millones de euros), según recogió este lunes la agencia de noticias nacional Kyodo.
Los récords llegan con los datos de turismo recuperándose en Japón tras la pandemia de covid-19 y las autoridades atribuyen el aumento el año previo de objetos encontrados tras perderse debido a “la miniaturización” de los dispositivos electrónicos y a “la tendencia a llevar más accesorios”, como auriculares inalámbricos, baterías portátiles o cigarrillos electrónicos.
Respecto al dinero efectivo, el auge de los pagos con tarjeta pudo haber motivado el récord, pues “más personas pierden sus billeteras con dinero en efectivo sin usar, todavía dentro”, recogió Kyodo.
El número de animales reencontrados se mantuvo en niveles similares a los de 2022, con 12.722 perros, 4.382 gatos y 8.431 otros animales, como pájaros.
Según la ley japonesa sobre propiedades perdidas, los objetivos y el dinero perdido, excluidos los teléfonos móviles y los artículos que contienen información personal, pasan a ser propiedad de la persona que los encontró si no se reclaman en un plazo de tres meses, generalmente.
Si quien los encuentra pierde ese derecho, estos pasan a ser propiedad del gobierno de la prefectura. Cifras aportadas por Kyodo indican que alrededor de 3,41 billones de yenes (21.750 millones de dólares o 20.045 millones de euros) encontrados en efectivo y no reclamados terminaron como ingresos de distintas prefecturas.
El país asiático es conocido además por la honestidad de sus ciudadanos, que suelen devolver los objetos que encuentran en la calle a una comisaría cercana para que puedan llegar a sus legítimos dueños.
Fuente: Tokio / EFE