La Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió para este año el lema “Amamantar y trabajar: ¡hagamos que sea posible!” para promover la lactancia materna.
La Caja Nacional de Salud (CNS) en Cochabamba, a través del Policlínico de Atención Integral en Salud de Especialidades (PAISE), también lo fomenta con el objetivo de proteger los derechos de la maternidad y el trabajo.
A continuación, se exponen siete puntos que van desde los beneficios hasta el rol del papá.
BENEFICIOS
La ginecóloga del PAISE Patricia Claros hace referencia a los beneficios de la lactancia materna tanto para la madre como para el bebé.
“Para la madre es la rápida recuperación posparto. Al reducir el riesgo de sangrado y anemia, la producción de leche quema calorías de la madre, lo que le permite recuperar el peso previo al embarazo, a largo plazo, previene el cáncer de mama y el de ovario. Finalmente, fomenta el vínculo emocional”.
Agrega que, para el bebé, la leche materna actúa como una vacuna inicial, proporciona nutrientes completos, facilita la digestión, hidrata y reduce riesgos de enfermedades y muerte súbita. Fortalece el vínculo emocional, influye en el desarrollo cerebral, previene problemas de salud mental y enfermedades crónicas en la adultez.
La endocrinóloga del PAISE Hebe Córdova remarca, entre otros, que crea un lazo afectivo fuerte entre binomio madre – lactante.
“Las ventajas son insuperables. Se transmiten anticuerpos maternos generando así en el bebé menos incidencia y frecuencia de infecciones de cualquier índole respiratorias, gastrointestinales, urinarias, neurológicas, fortaleciendo el sistema inmune y óseo con la futura dentadura del recién nacido”.
ACCIONES CLAVE
Claros asegura que las madres pueden combinar con éxito la lactancia materna y el trabajo tomando dos acciones clave: aprendiendo técnicas de extracción y almacenamiento de leche materna, así como métodos de alimentación sin biberón para evitar problemas dentales futuros.
“También es importante conocer y hacer valer los derechos otorgados por la Ley N° 3460 de Fomento a la lactancia materna, que incluye períodos de descanso para amamantar”.
Sostiene que, para superar los desafíos de volver a trabajar y continuar la lactancia, las madres primero deben tener claro que la lactancia debe continuar, ya que es el mejor alimento para su bebé. Además, deben planificar la alimentación del bebé en su ausencia. Esta preparación ayuda a evitar angustias por la separación y garantiza la continuidad de la lactancia, ya que estos sentimientos pueden producir disminución en la formación de leche en las mamas.
El pediatra del PAISE Luis Navarro Tufiño afirma que si el trabajo no le permite a una madre estar junto a su bebé y ofrecerle la toma cada dos horas, se puede realizar la extracción de la leche materna teniendo presente medidas higiénicas, conservación y manipulación adecuadas cuidando el seno materno, un adecuado lavado de manos tener un recipiente de vidrio o de plástico con boca ancha, haciendo masajes en círculos y en el sentido de las agujas del reloj para luego proceder con el ordeño de la leche.
PRIMEROS SEIS MESES
Navarro explica que la OMS recuerda que la lactancia materna dentro de los primeros seis meses de vida tiene relevante importancia para el crecimiento y desarrollo de todo recién nacido.
“La lactancia materna exclusiva, quiere decir que el bebé no debe recibir ningún otro tipo de alimentación que no sea la leche de su madre, esta leche le aporta todo lo necesario e indispensable al niño tanto en nutrientes y agua que requiere y un estado de inmunidad que protege al niño contra diversas enfermedades”.
Agrega que la lactancia materna dentro de la primera hora de nacido es muy importante porque el bebé estimula la liberación de la oxitocina, hormona que ayuda a contraer el útero, expulsar la placenta, reducir el sangrado post parto y genera sentimientos de amor capaces de estrechar el vínculo afectivo madre hijo. A esto se denomina apego precoz.
Añade que la leche materna es el método ideal para alimentar de manera exclusiva hasta los seis meses de vida. Luego, se inicia la alimentación complementaria, período comprendido entre los seis meses y los dos años.
LA ALIMENTACIÓN
Mientras, la nutricionista del PAISE Irene Tito Cruz explica que las mujeres en periodo de lactancia pueden producir alrededor de 400 ml de leche por día las primeras semanas después del parto, incrementándose hasta 800 ml, por lo que se debe incrementar su ingesta energética 500 Kcal adicionales diarias; las proteínas suplementarias, de 16 g/día durante los seis primeros meses de lactancia, 12 g/día los segundos seis meses y 11 g/día después del año de lactancia.
Los micronutrientes como el calcio, yodo, vitaminas A,C,D son de vital importancia. Una dieta mixta y variada puede satisfacer las necesidades de vitaminas y minerales.
PUEDE PERJUDICAR
Tito expresa que algunos hábitos de la madre pueden ser perjudiciales para la salud del bebé. El humo del tabaco, beber alcohol, drogas, tratamientos con medicamentos que pasen por la leche, aunque sea en cantidades moderadas, o el consumo de otras sustancias tóxicas no son las mejores situaciones para el pequeño.
SENTIMIENTO DE CULPA
Existen situaciones en las que las madres afrontan el sentimiento de culpa o ansiedad al dejar a su bebé para ir a trabajar.
La endocrinóloga del PAISE manifiesta que las principales dificultades que tienen las mujeres que trabajan para dar de lactar a sus hijos son las horas prolongadas de trabajo, ya que en ese lapso no hay un estímulo permanente de succión o llanto para que pueda generarse la leche materna, siendo cada vez más difícil lograr una cantidad adecuada de producción, que incluso se hace escasa. Tampoco hay un horario para la extracción de leche en horas de trabajo.
“La hora que dan como horario de lactancia no es suficiente para poder ir hasta casa y dar de lactar al bebé por la lejanía del hogar”.
Para evitar el sentimiento de culpa de la madre al dejar a su bebé para ir a trabajar, la médica recomienda dejar la leche materna para que el cuidador que se queda en casa con el bebé pueda proseguir.
“Recordar que lo más importante no es la cantidad de tiempo que pasamos con nuestros hijos, sino la calidad, el tiempo que pueda la mamá dedicar a su bebé mientras está en casa, brindarle todo su amor, con caricias, juegos, toques que le hagan sentir al bebé la cercanía y el cariño”.
Añade la posibilidad de aprovechar el horario de lactancia y las oportunidades de llevar al bebé a su fuente laboral.
EL ROL DEL PAPÁ
En lo relacionado con la fatiga y estrés, Córdova resalta que ahí entra en juego el rol del padre.
“Es decir, para que la mamá también pueda tener una gran cantidad de leche, es importante que la pueda acariciar, darle afecto, para que de esta manera ella se sienta relajada y no solamente sea el binomio madre – niño, sino también el papá incluido en esta situación”.
Fuente: Opinón