El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) afirmó este lunes haber desarticulado, con la detención de varios agentes rusos, planes para llevar a cabo durante el pasado 9 de mayo, cuando en Rusia se celebra el Día de la Victoria soviética contra el nazismo, cuatro atentados terroristas en diversos puntos de Kiev.
“Como resultado de una operación especial de varias fases en la capital, han sido detenidos agentes rusos que instalaron artefactos explosivos en tiendas de materiales de construcción de una conocida cadena y junto a una cafetería”, explicó el SBU en un comunicado.
Según el servicio secreto ucraniano, el material explosivo estaba escondido en un paquete de té e incluía un detonador y material inflamable para provocar un gran incendio.
Los explosivos debían detonarse a la hora de mayor afluencia de clientes para “causar el máximo daño posible a la población civil”, según el comunicado.
Otro de los ataques terroristas, añade la nota, debía haberse perpetrado cerca de “una popular cafetería de Kiev”. “Agentes rusos querían poner artefactos explosivos en un coche aparcado en las inmediaciones”, señaló el SBU.
El servicio secreto ucraniano atribuye estos planes al “Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa”.
La idea de los atentados sería “desestabilizar la situación en Ucrania” y crear la sensación de la existencia de una resistencia clandestina prorrusa en Kiev que actuaba en una fecha simbólica como el 9 de mayo, cuando Rusia celebra el Día de la Victoria de la Unión Soviética contra el nazismo.
El cabecilla de los atentados frustrados es, según el SBU, Yuri Sizov, de la unidad 92154 de la inteligencia militar rusa (GRU).
Según el SBU, Sizov fue también responsable de la planificación de otro acto terrorista frustrado que debía tener lugar en la región de Ucrania occidental de Leópolis.
Fuente: EFE